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ALMA Festival, el alma de Barcelona: un festival que nos hizo vibrar en su edición 2025 en España

El Alma Festival Occident 2025 en Barcelona llegó a su fin, y qué manera de despedirse… con la voz íntima y poderosa de Julieta Venegas, acompañada por la magia de Rita Payés, llenando el Poble Espanyol de emoción y nostalgia.

Fotografía por @fernandamawrphoto

Desde el 26 de junio hasta este 21 de julio, el Alma nos regaló casi un mes de noches memorables, con un cartel de lujo que hizo retumbar los adoquines de Montjuïc y el corazón de toda la banda que se dio cita.

Desde el primer acorde de Wilco hasta el último susurro de Julieta, cada jornada fue una fiesta para los sentidos. El rock impetuoso de The Cult, el romanticismo de The Corrs, los himnos norteños de Los Tigres del Norte (¡qué chulada verlos en tierras catalanas!), el jolgorio ska de Madness y la poesía dolida de Zahara, Alan Parsons y Natalia Lafourcade fueron sólo algunos de los momentos más comentados.

Fotografía por @fernandamawrpho

Tuvimos noches para bailar hasta sacar chispas con Parov Stelar, Grupo Niche y Residente, para cantar a todo pulmón con Fangoria.

El Kuelgue y Conociendo Rusia fueron otros de nuestros actos favoritos del festival, actos los cuales hemos visto en México y España. Y a los increíbles One Step Beyond con un sensacional show.

José González y el tremendo talento de Guitarricadelafuente, y para dejarnos acariciar por la melancolía de artistas como Charlie Cunningham y Rag’n’Bone Man.

Pero sin duda, el broche de oro fue esta última noche, cuando Julieta nos recordó por qué su música nos acompaña desde hace décadas. Con su acordeón y esa voz que apapacha, se ganó a un público entregado, que no dejaba de corear cada canción. La química entre ella y Rita Payés fue pura miel sobre hojuelas: dos generaciones, dos sensibilidades, un mismo corazón latiendo al ritmo del Alma.

El Poble Espanyol se convirtió en un punto de encuentro para melómanos de aquí y de allá: familias, grupos de amigos, turistas curiosos y mexicanos nostálgicos que se dejaron la garganta con “Me voy” y “Andar conmigo”. La producción impecable, la vibra acogedora y la diversidad del line-up hicieron de este festival algo más que conciertos: fue un espacio para encontrarnos, emocionarnos y sentirnos parte de algo grande.

Hoy, con el eco de los aplausos aun flotando en el aire, podemos decir sin miedo a exagerar que el Alma de Barcelona volvió a demostrar por qué es uno de los festivales más increíbles del verano europeo.

¡Hasta el próximo año, Alma, y gracias por tanto!