Seguramente la Real Academia de la Lengua Española aún no ha encontrado una palabra para definir el show en vivo de León Larregui. Cualquier elogio se queda pequeño ante la figura del legendario artista. Desgranemos un poco lo vivido en la capital española
Ante una sala MON abarrotada, subía al escenario el músico originario de Ciudad de México, acompañado de su banda, para hacer latir a todos sus fans con sus exquisitas composiciones. Los seguidores del músico habían agotado todas las entradas y las expectativas eran enormes por verlo nuevamente en acción en Madrid.
Con unas propuestas visuales muy interesantes, una solidez sonora ha destacar y la energía del público que sobrevolaba por toda la sala, comenzaban con “Oh Sunny Days”, canción perteneciente a su aclamado último álbum de estudio Prismarama, y la conexión fue inmediata con el respetable para que se encendiera un fuego que no cesaría hasta concluir el concierto del artista mexicano.
A León se lo observaba cercano, alegre e irradiaba su espiritualidad musical, característica que llegaba a sus fans. Estos le devolvían con vítores y gritos de cariño el show que estaban viviendo porque caían canciones como “Aurora Boreal, “Carmín” o “Souvenir”, todas pertenecientes a su primer disco solista, el venerado Solstis.
La inconmensurable labor que hizo el ingeniero de sonido es para destacar. Logró que el show sea pulcro y que, junto a las proyecciones en las pantallas a cargo del responsable de visuales, más el excelente trabajo de los músicos, hicieran una velada que aplauden desde el cielo de la música José Alfredo Jiménez, Chavela Vargas, Vicente Fernández o José José entre otros.
Los himnos de la talla de “Como tú”, “Birdie”, “Rue Vieille Du Temple” o “Brillas” entre otros, hacían que los corazones de los fans latieran más fuerte y dejaran sus voces acompañando a la banda. Por cierto, felicito al frontman por la acertada elección de los músicos. Las hermosas composiciones, junto a sus melodías trabajadas con una fineza extrema, hacen que el directo de León Larregui sea uno de esos diez conciertos que uno debe ver obligatoriamente antes de morir. Avisados quedan
En esencia, el célebre músico mexicano es rock y eso se percibe en la contundencia de su show. El artista, que es una leyenda viviente, junto a su banda muestran un poderío enorme en vivo y prosiguen su directo con piezas como “El Camino”, “Tarot Polaroid” o “Quetzal”, todas incluidas en su último álbum de estudio que tan buena aceptación ha tenido y del que pude comprobar en primera persona, como sus seguidores sabían todas las canciones y formaban un karaoke al unísono acompañando al músico.
El disco publicado el año pasado, Prismarama, fue sobre el que giró toda la actuación. El artista junto a su banda lo defendieron de una manera elegante y mostrando todo el virtuosismo artístico que poseen en su interior y que sacaron a relucir. Los fans agradecían la entrega y pedían más y más. Ojalá la noche hubiera sido eterna, para que mi corazón y el de todos los presentes, hubieran podido oír a León toda la noche, pero el tiempo es el que es.
A continuación de un breve receso donde los músicos refrescaban su alma y los fans también, regresaban al escenario y capitaneados por León, dispararon con “Amantes”, “Incendio de Amor/Carmelita” y otro de los himnos del artista como es “Locos”, para poner un broche de oro a una velada épica.
Después de corresponder a su público por todo el cariño recibido, León Larregui abandonaba el escenario y los fans, con extintor en mano para apagar sus almas, ponían rumbo a la puerta mirando al cielo y agradeciendo a los dioses de la música, por haber podido vivir una noche histórica en Madrid escuchando al mito viviente.
León Larregui y su música, son inmortales.